Cromoterapia

   El color en realidad no existe. Así de rotundo y así de claro. Existe la luz, siendo el color un resultado de ésta. Isaac Newton en 1666 fue uno de los primeros en darse cuenta de este fenómeno. Sin embargo, es paradójico que esta vida esté rodeada de colores. Hay que saber que los objetos que nos rodean no poseen color en sí, sino que esto a lo que llamamos color es sólo una apreciación nuestra, una sensación que el ojo da como repuesta a determinadas longitudes de onda.

  Estas sensaciones se pueden utilizar para producir beneficios y armonía en el cuerpo humano: es lo que se conoce como cromoterapia. Esta nos enseña a utilizar la proyección de la luz directamente sobre el cuerpo humano, obteniendo diversas reacciones como: relajación, fortalecimiento, desbloqueo… Es de gran utilidad conocer las propiedades, vibraciones e influencias que tiene estos para así combinarlos y utilizarlos de forma más conveniente a nuestra vida.

  Cotidianamente se puede observar la relación de los colores y el comportamiento de las personas. Así, en días soleados, las personas suelen estar más alegres; y en días nublados, se puede observar un comportamiento menos extrovertido con tendencia a la utilización de ropas oscuras o de tonos neutros.

  A partir de la observación, la utilización del color comenzó a ser considerado como remedio eficaz para la curación de enfermedades y como terapia desde antiguas civilizaciones. El empleo adecuado del color como elemento curativo, antidepresivo, estimulante, regenerativo y mantenedor del equilibrio y de la armonía del organismo no es una moda o un culto, ni fue inventado o descubierto recientemente. Ya era empleada en la época Grecia, en los templos de luz y color de Heliopolis, en el antiguo Egipto y fue venerada por antiguas civilizaciones de la India y de China.

  De modo genérico podemos decir que los colores calientes y cálidos como su propio nombre indica están asociados al calor, al sol, al fuego… y facilitan las posibilidades de regeneración y recuperación, mientras los colores templados como el amarillo o el verde mantienen una mayor fluidez. Los colores fríos (desde los azules hasta los violetas) transmiten quietud, serenidad o frialdad  y están asociados a climas y objetos gélidos.

 Para terminar haremos un breve recorrido por los principales colores del arcoíris y su significado: el amarillo es el color de la alegría y la juventud. Favorece la compasión y la creatividad. El rojo es la pasión, la energía y la fuerza. El verde es el color de la naturaleza, tiene efectos sedantes y reconstituyentes. Representa el equilibrio. El color naranja estimula la creatividad pero si nos exponemos demasiado a este color puede producir demasiado nerviosismo. El color azul tiene dos vertientes. Demasiado azul puede resultar deprimente, pero en pequeñas dosis proporciona tranquilidad.

articulo de: Mª Carmen Gª Benítez

Diseño círculo cromatico: Carlos Fdez-Portillo