El signo en diseño

Por: Carolina Cádiz

 

    Santiago | Estructurar la semántica y componerla a través de la abstracción y uso, amplía la perspectiva de los nuevos medios que utiliza el ser humano para relacionarse.


    El lenguaje y sus significaciones van armando visiones de mundo, comprendiendo puntos de vista, generando realidades semánticas. Es la construcción mediante la interpretación de signos y símbolos lo que nos ayuda a significar desde lo inmaterial. Por tanto, toda interpretación dependerá de un signo, al mismo tiempo que la significación de éste dependerá de la interpretación que se le dé mediante el lenguaje. Se da una alineación entre la experiencia y la representación mental del mundo.


    En diseño, el signo debe remitir la imagen mental a una pieza gráfica, donde hay un puente entre la simbología y la comunicación material. La complejidad que puede generarse en el proceso comunicativo cuando uno de sus dos aspectos falla, o bien es incapaz de llevarse a cabo en la solución comunicativa, nos provoca el error más común en nuestra profesión. El diseño es comunicable cuando su signo es relacional respecto de significado y materialidad, la unidad entre ambos establece la comunicación; no cada uno por su cuenta. como bien dice Néstor Sexe en su libro Diseño.com, «el significado sin el significante o viceversa es un diseño aconceptual».

 

    Por ello, el estudio de la semiología en su relación con el diseño establece una manera interesante para comprender la base de la conceptualización y la intención del mensaje. Destaco que frente a la comunicación existe una regulación y una orientación impuesta por el lenguaje y la apreciación de las palabras en ciertas culturas. El esfuerzo de la mente para generar estas vinculaciones, estudiar el conocimiento a partir de la acción del signo en el «mundo simbólico» (el mundo del lenguaje), nos introduce en la esencia del diseño, en comprender un proceso que existe y que afecta a todo. Sin embargo debemos considerar también cómo generar esto en los recursos tecnológicos que tenemos hoy, en la forma de llevar el signo a la pantalla. Propongo dos maneras de analizar el signo, desde lo simbólico a lo material:


  • En primera instancia, estructurar el proceso cognitivo, tal como lo hacen los especialistas en Inteligencia artificial, para conectar redes de información con la representación del signo. A esto le llamo «estructuras y percepciones semánticas»; que es, básicamente, la comprensión de los lenguajes naturales o lenguas madre, por medio de algoritmos impuestos por las reglas de cada lengua y su percepción en la cultura (los sistemas inteligentes más conocidos que lo utilizan son los traductores o software para personas con discapacidad visual y los sistemas inteligentes que trabajan con la conexión semántica de las palabras). En el fondo, la construcción de sentido que apoya la discursividad, donde la estructuración de los componentes generan redes eficaces con mínima perdida de transmisión directa en el mensaje. El estudio de los lenguajes naturales complementa la concepción triádica de la semiología desde el punto de vista de la comprensión y eficacia del mensaje.

  • Por otro lado, tenemos la «producción del medio lingüistico», complementario a la conceptualización y razonamiento. Está la parte física que involucra un acto comunicativo, y está estrechamente ligado a la formalidad y estructura de patrones que componen el diseño que ordena y expresa, por medio de símbolos coherentes con el lenguaje humano, pero desarrollado para artefactos inteligentes; es la llamada interfaz entre el usuario y la máquina, que actúa potencialmente en una red compleja de estructuras eléctrico-matemáticas, lenguajes visuales y representativos, que componen los elementos de la informática, dando forma a lo que vemos y administramos. Entre diseño y comunicación, el medio lingüístico productivo es aquel signo que logra representar estrictamente lo que queremos decir y se manifiesta en un objeto. En computación, es el lenguaje de programación, en Inteligencia Artificial es el símbolo que conecta a las redes neuronales por medio de un lenguaje natural; es decir, es la acción que manifiesta el proceso cognitivo.

 

    Claro está que ambos aspectos trabajan sobre medios totalmente diferentes, pero que en su concepción provienen de lo mismo, la visión del hombre frente a los signos, frente a la unidad mínima de representación.

    Dentro de los sistemas basados en el modelo de pensamiento humano, existen muchos tipos de códigos que son abstracciones racionales del entendimiento de la máquina a lo que el hombre quiere transmitir. Lógicamente, éstos trabajan con energía y su estricta programación parte desde la unidad de transferencia energética hasta la realidad significante, que es en sí mismo, el signo.

   

    Si comprendemos esto desde el punto de vista de la semiología, la unidad mínima es el signo y su relación con el entorno; y en la producción digital la unidad mínima es la energía y la forma de conectar la información. La lectura acertada de los sistemas computacionales, complementado con la sintaxis, establece relaciones internas en la máquina, siendo una manera de generar conocimiento y, por lo tanto, de dirigir y complementar el ejercicio del diseño.



Fuente:Faro Alfa


Escribir comentario

Comentarios: 0